Como
otras tantas ciudades, Machala comenzó a hacer realidad el sueño de participar
en las lides del fútbol nacional allá por el año 1973, cuando desde la A.F.O.
(Asociación del Fútbol Profesional de El Oro) se logró la autorización para
organizar una competencia provincial que consagrase un equipo representativo.
Habían pasado poco menos de dos años desde que el 31 de julio de 1971 se había
creado dicha asociación con el propósito de llegar a ocupar una plaza en los
torneos nacionales.
Pasaron
muchos años y el balón ha corrido kilómetros por la grama del estadio “Nueve de
Mayo”… Pero no hay dudas que aún queda una deuda pendiente en cuanto a la
concreción de una legítima aspiración: Lograr un equipo de primer nivel y
estable que represente a Machala, a El Oro en la Serie “A” del fútbol
ecuatoriano.
Han sido
muchos los tropiezos que han impedido consagrar definitivamente un equipo
representativo machaleño, orense al fin, en la máxima competencia futbolística
nacional; las razones habría que buscarla desde sus mismas raíces, desde
sus inicios, para comprender mejor esta actualidad que mantiene una deuda para
con la afición futbolística.
Cierto es
que hubo un paso fugaz de equipos orenses en la máxima categoría, como lo
fueron el Carmen Mora y su fusión posterior con Bonita Banana, de gran suceso
en 1978 y el Audaz Octubrino, con su ascenso en 1975 y la buena campaña del año
siguiente.
A la
realidad financiera, la falta de compromiso de inversores que se jueguen a “lo
grande”, hay que agregar la necesidad de contar con instituciones deportivas
con apoyo integral a todas las divisiones, con mucho énfasis hacia los
infantiles y juveniles, ese “semillero” de donde deberán surgir las bases de
los grandes equipos del futuro, lo que aspiraba concretar por entonces la
gestión en A.F.O. del Lcdo. Luis León L.; la necesidad de contar con equipos
nutridos de dirigentes comprometidos, leales a la causa deportiva y honestos;
el aporte intenso del verdadero periodista - publicista que desde los medios
sepa incentivar a la afición deportiva; el compromiso de los futbolistas que
entiendan la realidad insoslayable de lo efímero que es el éxito deportivo, de
lo corta que es la carrera profesional y de lo sinuoso y sacrificado que debe
ser el camino que los conduzca al éxito.
Un grupo
de amigos machaleños de aquellos tiempos visitaron mi casa en abril de 2010 y
se encontraron con sorpresa con dos ejemplares del Documental Histórico del
Campeonato de Ascenso a Profesional de 1973; los guardo como reliquias, que
son un bálsamo para esos días en que uno por estos pagos se sienta al lado del
hogar encendido los días fríos y lluviosos de invierno y revisando sus ajadas
páginas puede recordar con unción aquel pasado tan lejano en el tiempo y tan a
la mano en la memoria.
Ahora, a
la distancia, me tomo el atrevimiento de rememorar aquellas jornadas iniciales
en las que con tanto empeño se aspiraba lograr el pase al fútbol profesional,
como una humilde contribución que habrá de concatenarse con otras expresiones y
realidades que se manifestaron en el tiempo. Son nada más ni nada menos que 37
años los que han pasado, sin embargo creo que vale la pena el desafío de hacer
un nuevo compendio de aquel material histórico para que sirva de material de
consulta al Círculo de Periodistas Deportivos de El Oro, a los medios de
comunicación en general, a los dirigentes de A.F.O., de Fedeoro, de los clubes
orenses y a los interesados en recordar e investigar sobre aquel evento de
tanta trascendencia y para nutrirse de información acerca de los inicios del
fútbol profesional en El Oro.
Cuando
aquella competencia de 1973 finalizó, entre Rafael Valdivieso Maingón y yo
redactamos una revista destinada a recopilar todos los detalles del campeonato
recién finalizado, la que contó con 114 páginas ilustradas, con una portada a
color y un amplio apoyo publicitario.
A poco tiempo de su aparición en febrero de 1974 la
revista se agotó y desde entonces algunos privilegiados ejemplares pasaron a
ocupar empolvados anaqueles particulares. Entonces, transcurrido el tiempo,
démonos el gusto de introducirnos en aquellas amarillentas páginas para
encontrarnos con tan gratos recuerdos…¡si me parece ver a don Severo García, a
su hijo con el que hacía de cronista desde el borde del campo de juego, a
Rodrigo Pineda Izquierdo, al locutor Vicente Barreto Villavicencio!…a mi debut
en Radio Vía con aquel ¡Gol de factura! en una pequeña cancha de El Guabo; en
fin, eran tiempos en que todo comenzaba, incluso el periodismo deportivo orense
también ensayaba por entonces a ponerse los pantalones largos.
Para este argentino agregado por aquellas
latitudes, con el coraje de un joven de poco más de veinte años de edad, no
pudo pasar desapercibido aquel año lleno del vértigo y la ansiedad que
producían el desarrollo de un torneo tan apasionante. Asistir a entrenamientos,
conversar con jugadores y dirigentes, vivir con intensidad los partidos en el
“9 de Mayo”, participar de los programas diarios de Estelares del Deporte, en
los que no faltaban los keys de “La Tusa” de don Chávez…el ex boxeador
“Mamalona” de “conducta inchatable”, trasnochar hablando de fútbol y de otros
sueños que parecían inalcanzables y saborear las guatitas del mercado por las
madrugadas, son cosas que no se borran porque sí de la memoria de nadie… al
menos en mí esos recuerdos permanecieron intactos.
Al repasar las páginas de este Documental Histórico
no nos deberá sorprender el encontrarnos con el presagio de grandes jugadores,
cuyas condiciones ya se avizoraban y que se plasmaron en elogiosos comentarios
en aquel anuario deportivo.
Ya se destacaban por entonces Marco Chica de
Macarsa, de la mano del técnico, el otrora grande Lucio “Uña” Armijos, Antonio
Coello, “Ventarrón” como le llamábamos con el “Conde Rafico” Valdivieso, y el
juvenil Galo Tenemaza Pazmiño por quién apostamos a que se consagraría como un
gran jugador, sin temor a equivocarnos. Fueron estos tres, precisamente, los
puntales infaltables del A. Audaz de 1976. No fueron los únicos, ya que muchos
otros que pasaron por el fútbol orense en 1973 integraron equipos de distintas
categorías en el ambiente futbolístico nacional.
En esta oportunidad al reeditar aquel testimonio
deportivo me permito hacer algunas ligeras correcciones de texto, una
adecuación de acuerdo al tiempo transcurrido y darle otra diagramación con el
objeto de hacer más ameno el repaso de este pedazo de historia machaleña,
aunque conservará el calor y la pasión deportiva de entonces. Finalmente, cabe
aclarar que deberemos aceptar las limitaciones del material fotográfico,
restaurado en la medida de lo posible, que en cierta medida no está a la altura
del gran trabajo profesional que hacía por entonces el recordado Klinton
Sánchez.
8 de JULIO DE 1973. PRIMER PARTIDO
Terminado el acto protocolar, la gran cantidad de
espectadores que se dio cita en el Estadio Nueve de Mayo se preparó para el
inicio formal del apasionante primer Campeonato de Ascenso de la Provincia de
El Oro:
KLEBER FRANCO APURÓ AL CARMEN MORA:
QUIEN GANÓ EN FORMA EXAGERADA POR
3 A 1
Jugado el
8 de julio de 1973.
A las 11:41 hs. el jugador Bolívar Merizalde en el
centro del campo movió el balón hacia Eloy Báez, iniciando de esta forma el
Torneo de Ascenso. Ambos equipos habían ajustado sus líneas en los
entrenamientos anteriores y saltaron al campo de juego alineados de la
siguiente manera:
CARMEN MORA: Marco Cadena; Edison Castañeda,
Pablo Chica, César Macías, Felipe Landázuri; Ángel Ocampo, Sergio Medel;
Bolívar Merizalde, Eloy Báez, Juan Cortés, Leonardo González.
KLÉBER FRANCO CRUZ: Cruzate Bermello; Ángel Carlín
Z., Jaime Arias A., Kléber Almeida L., Lucio Valarezo J.; Miguel Morocho A.,
Julio Angulo P.; Williams Moreira A., Genaro Espinoza F., Diego Arias A.,
Freddy Díaz.
Árbitro:
Leonardo Valencia (buen desempeño)
Jueces de
Línea: O. Hadad y Valarezo (acertados)
Goles: a
los 6’ y 18’ anotó para el Carmen Mora; a los 38’ Barrios para el Kléber
Franco; en el segundo tiempo Juan Pérez anotó de cabeza poniendo cifras
definitorias.
Los
mejores valores:
Miguel
Morocho de Kléber Franco Cruz por su empeño, por el continuo sacrificio para
transitar el medio campo “nocturno”, mereció el honor de llevarse el galardón
de los más destacados.
Eloy Báez
del Carmen Mora fue el otro destacado por su oportunismo para explotar las
fallas defensivas kleberinas, por los dos magníficos goles conseguidos, fue lo
mejor del Carmen Mora.
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El arquero Bermello, que estuvo desafortunado en la valla, no alcanzará a rechazar un balón, que tampoco lograría “Maestrito” Cortés; Carlín no intervendría en la acción. |
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